miércoles, 21 de diciembre de 2011

Solo

No creí que volvería a sentir esa soledad que hace 14 años sentí. Escucho una canción triste y me pongo mas triste aún, siento la melodía y pienso que me desmorono. Dos dias y todo será normal, pero, son dos dias. Trato de ocupar mi tiempo, estoy sin pensar todo el día, pero al llegar a casa, no encuentro a nadie, estoy solo, y escucho el silencio de la soledad. Se puede acaso seguir sin las personas que te acompañan siempre?, se siente el vacío cuando no estan, hoy me siento asi...

lunes, 6 de junio de 2011

CAE LA NOCHE



Hace ya algunos días que el sol se acuesta mas temprano, debe ser por el frío que hace.
Hace algunas madrugadas, que el sol no sale mas temprano, y sigo pensando que puede que sea por el frío.
Ya puedo ver por la calle a gente con la bufanda en el cuello, con gorro en la cabeza y con guantes en las manos, entonces le doy la razón al sol, duerma temprano y levántese tarde.

Con la costumbre, no hay frío, seguiremos a pie temprano antes que se levante el sol, y volveremos a casa cuando se haya ido a descansar.

lunes, 28 de marzo de 2011

ESTOS DIAS DEL OTOÑO


Mañana fría, cielo nublado, día gris, recuerdos de la ciudad.
Caminar por el prado, a las tres de la tarde, la acera con su color cemento refleja la sensación que nos presenta el día, las personas ni se miran, todos apurados, mis auriculares a la radio, música de la época (qué buena época 80´s).
Abrigado, con ropa ligera, esos días grises de otoño, me ponen triste (Perales).
Una mirada me distrae, pierdo el ritmo, una sonrisa y la mirada fija, pasa y casi roza el hombro, no doy vuelta, sigo adelante, vuelvo a la música, la mirada al frente y el cielo gris, hace algo de frio, sin embargo estoy bien. Sábado en la tarde, a las tres de la tarde, el piso refleja el día, sin embargo me siento bien.

viernes, 4 de febrero de 2011

Valle


Hoy subí caminando, por el cerro, desde la Hacienda hasta la Bodega, a medio camino me entretuve, miré hacia abajo y observé el paisaje que se ponía a mis pies, verde profundo, lineas paralelas se alzan en un verde de vida, el río, con su característico arrullo, me hizo recordar las noches que pasé en La Compañía.
Noches oscuras, recién llegado de la gran ciudad, un lugar solitario y callado, pero que al avanzar la noche se sienten todos los sonidos alrededor.

El viento que sopla y que choca en los árboles, estos por tratar de retenerlo no hacen mas que abanicar sus hojas, y el río se hace mas fuerte, es como si estuviera a lado de la casa, los grillos que se entraron a la casa, yo no sabía de estos bichos, en la ciudad no se los ve a menudo, y quien pensaría que se pasarían toda la noche de serenata.

Días solitarios, noches aún mas, acompañado solo de esos extraños, esperando oír una bocina, o mejor una sirena de la policía, pero nada, solo el murmullo del viento y la quietud del río que se hace mas fuerte a medida que avanza la noche, y los grillos, quién pensaría, toda la noche de serenata.
Nuevo día, nueva experiencia, antes de dormir, primero, escuchar con detenimiento al viento, al río y a las hojas de los árboles, segundo, sacar a los grillos a que toquen serenata al patio. Después, quedarse a descansar, pensar en la mujer en la que siempre pienso, a lado de la niña que nos dio toda la alegría de vivir.